Sábado 16-8-2014
Ya estábamos echando en falta una visita al “Café Central” para disfrutar de un rato de Jazz.
Pensando que en Agosto Madrid se queda habitualmente vacío por vacaciones, nos confiamos y llevamos el coche pensando encontrar aparcamiento en las calles por la Plaza de Santo Domingo y alrededores. Pero Madrid estaba lleno como siempre y, lo que era peor, lleno de coches como siempre. Después de bastantes vueltas nos fuimos hacia la zona de detrás del Museo del Prado, alrededores de la Puerta de Alcalá… Vueltas y más vueltas para terminar aparcando en un aparcamiento de pago, el de Las Cortes, que nos costó casi 14 euros. Pero la salida merecía la pena, así que…a disfrutarla.
En el Café Central actuaba Zenet y su grupo. Un grupo de músicos que nos dejaron maravillados por la calidad de su música y por lo bien que tocaban todos.
Zenet el cantante, fue otra cosa. Tiene poca voz, aunque sabe sacarle partido. Y tiene ritmo para unirlo a sus músicos. Y se cree el mejor de todos ellos…
Pero a mi me llenaron mucho más los músicos que el cantante. ¡Qué se le va a hacer! Aunque en conjunto debo decir que pasamos dos horas de verdadero disfrute de su actuación.
El único problema que tiene “El Central” es su falta de espacio, y lo que es peor, que tratan de hacer que las personas no ocupemos nada más que lo que llena una silla en el suelo, sin sitio para piernas, ni cuerpo. Y claro estábamos sentados casi unos encima de otros. Yo entiendo que quieran sacarle el máximo partido de dinero a cada actuación (19 euros por persona, este día), pero el espacio tiene un límite y ya tienen el sobreprecio de las bebidas: cerveza o tónica a más de 3 euros. Un detalle podría ser poner unas cuántas sillas menos, no?
Cuándo terminó, siguiendo nuestra tradición: después de jazz… bocata calamares.
Llegamos hasta la calle Botoneras, al lado de la Plaza Mayor, en dónde está nuestro sitio preferido que, ¡oh! estaba cerrado por vacaciones. Pero, pared por medio, hay otro bar, bastante más pequeño, que también tiene bocadillos de calamares. Así que, sin problema, hay que probarlos.
“La ideal” c/ Botoneras, 4, Madrid : Pasaron perfectamente la prueba, el bocadillo está exactamente igual de bueno que en “La Campana” su vecino. Y también a buenos precios: 2,70 el bocadillo de calamares, y cañas o refrescos a 1,80.
Una cena rápida, deliciosa y además económica. ¡¡¡Quién da más!!!