Viaja2

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Puerto Maldonado, Collpa Tierra adentro, Chacra Familiar, Fizcarraldo

4 comentarios

Otra vez nos levantamos muy pronto, estaba claro que era la norma de este viaje.

Lo primero, llevar a devolver las botas de agua que el día anterior habíamos estado utilizando.

A las cinco y media desayunando, y a las seis y media teníamos el paseo Collpa Tierra Adentro: una pequeña caminata de unos 20′ para visitar alguna de las collpas que hay en Hacienda Concepción.

Las Collpas son un promontorio de arcilla que se encuentran a orillas de algunos ríos selváticos donde cientos de guacamayos, loros y periquitos se reúnen para ingerir arcilla. Se piensa que las propiedades de la arcilla permiten neutralizar las toxinas que contienen algunos componentes de su alimentación.
Las collpas de loros son bastante frecuentes, y en la mayoría se reúnen cientos de ellos. Todas las mañanas a eso de las 6 efectúan su ceremonia de revoloteo antes de iniciar el colpeo, que consiste en ingerir arcilla en el barranco del río y luego de 25 a 30 minutos se irán retirando, para volver al día siguiente.
En la zona Reserva Tambopata-Candamo hay una gran collpa de guacamayos, considerada como la más grande de la Amazonía peruana y a la que acuden cientos de guacamayos, loros y periquitos.

Caminamos, todavía con poca luz, y llegamos al refugio («blind») de la primera de las collpas hecho con grandes ramas de palmera y tejido verde de sombreado, para que las aves no se sientan molestadas ni vean a los visitantes.

Estuvimos un rato, en silencio, observando la pared de tierra que teníamos enfrente y tratando de oír como se aproximaba algún pájaro.Como no se acercó ni uno, seguimos hasta la siguiente collpa. En un refugio similar, de nuevo, esperamos en silencio hasta que el guía llegó a la conclusión de que no vendría ningún loro.
De nuevo nos dijo que en esa época (entrando el invierno), apenas hay grano y frutos para comer, y se van hacia otras tierras. Qué se le va a hacer…
La verdad es que yo esperaba más del tema.
A las siete y media estábamos de vuelta, y a las ocho, salimos para la siguiente actividad:

Excursión a la Chacra Nativa: pequeñas granjas en dónde conoceríamos las técnicas de cultivo utilizadas por la población nativa y degustaríamos algunos de sus productos.

-Parece que está aumentando el número de estas granjas y, con ello, la preocupación por la deforestación amazónica.

(«El 90% de la deforestación en la amazonia del Perú se debe al avance de la agricultura “hormiga”, principalmente de cultivos de café, cacao y palma, informó el Ministerio del Ambiente (Minam).
De hecho en Madre de Dios con la carretera Interoceánica, el incremento de las áreas deforestadas está muy cerca de la carretera y, conforme ha ido avanzando la carretera, la gente ha ido entrando y deforestando también para levantar allí sus chacras.
El Minam ha propuesto dar un incentivo económico a los gobiernos regionales que disminuyan la deforestación, como una de las soluciones para enfrentarla. Por año se pierden cerca de 113 mil hectáreas en la amazonía peruana, y se proyecta que en dos o tres años la deforestación empezaría a descender»)

Para llegar a la chacra habíamos viajado unos 20′ en la lancha fuera borda, el medio de transporte para todas la excursiones.

En la chacra tampoco tuvimos suerte. Los habitantes, un matrimonio, debían haber ido a Puerto Maldonado, a hacer compras… No había nadie, aunque no había problema en que recorriésemos la chacra, contándonos el guía lo que plantaban y cazaban. Hubiese sido más autentico con los dueños, pero era lo que había. Efectivamente, todos los terrenos que ocupa están deforestados para crear los campos.
Vimos su cabaña cerrada, su huerto con lechugas y hortalizas (ampliado con una nueva zona que habían deforestado hacía poco), sus árboles frutales: naranjas, limones, aguacates, plátanos, cocoteros…

Nos llevamos de vuelta: un limón, un fruto estrella o carambolo, y un coco, que nos prepararon y probamos en el restaurante de La Casa Grande.

Teníamos hasta las dos y media para salir a otra actividad. Estuvimos recorriendo la Casa Grande y las zonas comunes, hasta la hora de comer, haciendo fotos de todo el edificio, que es precioso.

Fuimos un rato a descansar, y hacer fotos de los alrededores y del interior de la cabaña.

A las 14.30 Paseo en bote de remos por la Cocha: En la selva baja son muy abundantes las lagunas, conocidas como cochas (del quechua cocha = laguna) o tipishcas. Las cochas son de formas y orígenes diversos, y algunas son brazos de río que han quedado aislados, como me pareció que era por la que paseamos, que es parecía antigua ya que sube su caudal de agua solo con los crecientes del río, era de tipo pantanoso y está cubierta de vegetación.

Al lado de La Casa Grande, hay un pequeño embarcadero sobre el agua de la laguna, junto a una plantación de piñas. Nuestro guía con los cojines para los asientos de la barca de remos (que luego vimos que venían de maravilla), nos llevó hasta él.

Se trataba de dar un paseo en el bote por la cocha (de nuevo, solos nosotros dos con el guía, igual que todo el día), ir viendo los animales y las plantas que nos rodeaban y llegar hasta el Fizcarraldo, los restos de una embarcación a vapor encallada desde hace años allí.

El agua de la laguna tenía aspecto pantanoso y no apetecía nada el pensar en caerse en ella.
Íbamos lentamente disfrutando de una tarde preciosa, con nubes pero con bastante sol, y tan relajados que se nos pasó rápidamente.

Vimos bastantes ejemplares de Shoshas, una especie de medio faisán medio gallina, de color rojizo y que hacían un ruido bastante grande.

Llegamos hasta el «Fizcarraldo», y vaya desilusión!!! Yo pensé que eran algo más que el esqueleto metálico muy oxidado.
La historia del Fizcarraldo es curiosa ya que lo desarmaron y lo volvieron a armar una vez que llegaron al río.

Lo que queda de él, es una armadura de hierro oxidada, todo lo que se podía vender se lo fueron llevando. Lo que no tengo muy claro es si los restos que hay en Hacienda Concepción son los de ese barco real del que habla Herzog en su película.

Volvimos igual de tranquilos y casi nos dio pena terminar la excursión.

Hasta la cena teníamos bastante tiempo para pasear un poco, no habíamos tenido tiempo de pasear a nuestro aire por allí; aunque en todos los senderos, al poco de andar, hay carteles de no seguir si no se va con los guías; por ello nuestro paseo fue corto ya que además anocheció enseguida. Hicimos la foto de todos los días de la puesta de sol en el embarcadero.

Después, la cena, de lo más agradable, y a la cama.

Autor: viaja2/viaja2Photography

Me llamo Mariángeles, me gusta viajar, salir con nuestros amigos a recorrer la ciudad y cenar en algún sitio que aún no conozcamos, y cocinar nuevas recetas en las cenas que preparamos para ellos en nuestra casa. También la fotografía, pero estoy todavía aprendiendo. De todo ello trata este blog. Muchas gracias por visitarlo.

4 pensamientos en “Puerto Maldonado, Collpa Tierra adentro, Chacra Familiar, Fizcarraldo

  1. Hola de nuevo viaja2,

    Este es uno de los alojamientos que me proponen y oor lo que veo el lodge te pareció bien, pero quería preguntarte si no hacía demasiado calor por la noche al no tener ventilador, es que estoy en época de «calores» y lo llevo fatal…Saludos y gracias.

    • Hola marroj,
      Cuando nosotros estuvimos no hizo calor por la noche, claro que eran los primeros días de invierno, aunque allí varían poco las temperaturas a lo largo del año.
      El lodge efectivamente nos pareció muy bien.
      Cuándo vais a ir vosotros?
      Gracias por leerme.
      Saludos.

      • Gracias por contestar.
        Tenemos pensado ir en la primera quincena de mayo, para aprovechar el día 1 y el 15, con lo que me imagino que hará más calor, pero si me dices que no hacía calor por la noche, me tranquiliza.

        Saludos.

  2. Ya me contarás como cerráis el circuito.
    Hasta pronto.

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