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Libro de viaje a Alaska: «El río de la Luz» de Javier Reverte

Como cada vez que preparamos un viaje, buscamos libros que hablen de la zona para ir conociéndola y para buscar ayuda e ideas para recorrerla. 

Las guias es lo primero que compramos y, además, miramos relatos de algún autor de viajes que haya estado por allí.

Para Alaska nos llamó la atención el libro «El río de la luz» de Javier Reverte, autor del que ya conocíamos algún libro de sus viajes.

En éste cuenta su aventura recorriendo la Columbia británica hasta el nacimiento del Yukon, en ferrys, autobuses y coche, desde Vancouver a Quebec en el Transcanadiense, y desde allí a Liverpool en un carguero.

Pensaba encontrar en el libro relatos para conocer más las ciudades y pueblos por los que van a discurrir nuestro viaje y, de esa forma, no solo empezar a conocerlos sino que podría copiar rutas o sitios interesantes descritos por un experto, que quizás no iba a encontrar en internet ni en nuestras guias.

Reverte recorre todos y cada uno de los sitios a los que vamos a ir en nuestro cruise-tour, pero en sus descripciones no he encontrado nada que me haga desear que llegue el momento de conocerlos. Quizás tenga que pensar que los sitios son así de poco encantadores, y a la vuelta mis opiniones van a ser parecidas (tampoco yo espero encontrarme sitios especiales, fuera de los glaciares y la naturaleza impresionante).

Es verdad que lo que él cuenta es solo «su aventura» y, en ella, su punto de vista no tiene nada que ver con un recorrido turistico. Se basa principalmente en seguir los pasos del escritor y aventurero Jack London, y en los buscadores de oro del Yukon, resultando, al menos para mi, repetitivo y largo tanto buscador de oro, y tanta aventura de esa época. Pero, en ningún momento, hace una reflexión de la naturaleza apabullante que supongo debes de encontrar en muchos de los rincones que recorrió.

Aprovecha más de una ocasión para denigrar de algun tour o actividad especial para turistas, a los que no somos aficionados, pero creo que hay que respetar a quienes les gusten.

Las ciudades, para él, son todas espantosa, con gente borracha y bagabundos en cada esquina. No dudo que sea verdad, pero digo yo que, Vancouver por ejemplo, tendrá algo atrayente y agradable.

Critica demasiado exageradamente a los que nos gustan los cruceros como forma de viajar. Es verdad algunas de las cosas que dice de ellos, pero me suena a opiniones hechas solo con frases oídas, y no por experiencia de haber viajado en alguno. Si te fijas en la descripción de su vida en el carguero camino de Liverpool, se dedica a hacer lo que la mayor parte de la gente con experiencia y afición a cruceros hacemos en los días de navegación de ellos: leer en una cubierta mirando al mar, pasear, ir al gimnasio, y disfrutar de mirar el mar horas y horas. La única diferencia con»su viaje» es que, en un crucero, podemos disfrutar de largos paseos  por bastantes cubiertas, una piscina muy agradable, gymnasio con multitud de aparatos, y opciones de comidas a lo largo del día casi infinitas. No todos los cruceristas viajan estando todo el día de una a otra actividad programada para aprender algún baile.

Sin embargo alguien que critica tanto a los turistas y sus costumbres, cruza Canadá en un tren de lujo, especialmente caro, y dejándose querer por detalles especiales para turistas. Podía haber hecho el recorrido en un autobús, disfrutando de la verdadera aventura de trasladarse en un medio sin las comodidades y lujos guiris. Idea que da a entender que es su forma de aventura, cuándo describe los hoteles que ha ido recorriendo que parecen bastante simples y baratos.

El libro es estupendo para quién busca leer «el viaje de Javier Reverte» y está muy bien escrito, de eso no hay duda,  pero de ninguna manera sirve para dar ideas de experiencias o sitios a visitar en Alaska. De hecho si lo hubiera leído antes de tener el viaje ya tan programado, quizás hubiera dudado de que fuese una zona que mereciese hacer un viaje tan largo y tan caro para conocerla. Y. desde luego confío en que mi opinión a la vuelta no sea tan triste y oscura.